LA NEGOCIACIÓN POR LAS COMISIONES PONE EN JAQUE LAS SESIONES EXTRAORDINARIAS

Sin acuerdo entre oficialismo y oposición por las presidencias de las comisiones por el virtual empate técnico, las sesiones extraordinarias convocadas por el Poder Ejecutivo quedarán en el olvido.
El viernes 18 de febrero fue la fecha límite para que Diputados pudiera dictaminar alguno de los 18 proyectos que envió el Poder Ejecutivo al Congreso, pero ni siquiera se logró el primer paso: la conformación de las comisiones.
El problema surge porque no logran acordar las reglas básicas del reparto de comisiones -cantidad de presidencia e integrantes-: mientras Juntos por el Cambio reclama más lugares, el Frente de Todos quiere mantener sus espacios, sin considerar la nueva conformación del Congreso.
En la Cámara Baja, la representatividad no cambió demasiado: el Frente de Todos perdió dos legisladores y Juntos por el Cambio sumó sólo un legislador más, por lo que la negociación podría llegar a ser de una comisión más para la oposición.
En cambio, en la Cámara Alta sí hubo grandes cambios en su composición, donde el oficialismo perdió 6 senadores y Juntos por el Cambio sumó 7 -ganó 5 en las elecciones y luego sumó dos aliados-.
Sin embargo, el Frente de Todos quiere mantener la conformación de las comisiones que viene desde 2019 y le reclama a la oposición que, para llegar a un acercamiento, debe respetar los acuerdos parlamentarios a los que se arribe antes de cada sesión.
A fin de cuentas, el Senado ya bajó la persiana y no tendrá sesiones extraordinarias porque el 24 de febrero será la sesión preparatoria para que juren las autoridades de la Cámara.
Diputados podría intentar sesionar antes del 28 de febrero, pero sólo si se acuerda que los temas sean tratados “sobre tablas”, es decir, sin ser analizados por las comisiones, acuerdo que resulta bastante inviable.

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