DIPUTADOS: LA FALTA DE QUÓRUM ENFRIA EL VERANO LEGISLATIVO

El oficialismo no logró el quórum para la sesión preparatoria para elegir las autoridades de la Cámara, ni para una sesión que apuntaba a tratar temas de consenso. La elección de las autoridades del Consejo de la Magistratura generó tensiones internas y se truncan las posibilidades de nuevas sesiones hacia fin de año.
El Frente de Todos, aliado al bloque de las Provincias logró reunir 122 diputados, pero no fue suficiente para dar inicio a la sesión preparatoria. La mitad del recinto vació fue la imagen que catapultó la esperanza de lograr un acuerdo de mínima en la Cámara de Diputados de la Nación: los representantes del pueblo no pudieron siquiera acordar la elección de autoridades.
Desde el retorno a la democracia es la primera vez que Diputados no cumple con la sesión preparatoria, que es una sesión protocolar, sin sobresaltos políticos, a fin de elegir las autoridades de la Cámara.
¿El motivo? La oposición – Juntos por el Cambio, los liberales, el Interbloque Federal y SER- decidió no dar quórum luego de que la presidente de la Cámara, Cecilia Moreau, diera a conocer la suspensión de las postulaciones de los cuatro diputados para el Consejo de la Magistratura, tras el fallo del juez Martín Cormick. La Izquierda se opuso a la elección de autoridades, como históricamente lo hace.
Sin embargo, según el artículo 37 del reglamento, se permite la continuidad de las autoridades si no son sustituidas, por lo que Cecilia Moreau seguirá como presidente del cuerpo, al igual que el resto de la conducción de la Cámara -vicepresidentes y funcionarios políticos-, hasta que se convoque a una nueva sesión preparatoria.
Entre conferencias, cruces y chicanas, suscitaron más de cuatro horas, mientras el oficialismo hacía el esfuerzo por alcanzar el quórum para la elección de autoridades, que no sucedió.
Pero había convocada otra sesión especial para tratar temas de consenso -creación de Universidades Nacionales, ratificación de Acuerdos Internacionales y leyes vinculadas a salud-, pero el clima ya estaba enrarecido. El oficialismo logró, en agonía, el apoyo de los federales y la izquierda para dar comienzo a la sesión especial.
El recinto se convirtió en un caos. Tras tres reprogramaciones de horario, Moreau intentó avanzar con el tratamiento del temario, pero los legisladores de Juntos por el Cambio -parados junto a sus bancas- objetaron la validez de la sesión.
En un momento, el recinto era solo grito y tensión: la oposición pedía la palabra para plantear cuestiones de privilegio, mientras el oficialismo había comenzado a defender la creación de Universidades nacionales.
A su turno, desde la Coalición Cívica pidieron una moción de orden para levantar la sesión -por votación nominal, es decir el voto individualizado de cada legislador-. El oficialismo, a ese momento, contaba sólo con 120 diputados sentados y ese tipo de votación implicaba poner en consideración nuevamente el quórum.
“Se levanta la sesión”, sentenció Moreau, y puso fin a una jornada para el olvido.
Los acuerdos entre oficialismo y oposición penden de un hilo y ponen en riesgo el rol del Congreso como cuerpo democrático que representa a todos los partidos y Provincias.
Los problemas de nuestro país requieren de consenso y diálogo. Apelamos a que los legisladores puedan dar esta señal a los argentinos.

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